El que no se atreve, no cruza el río. Aplicando literalmente este dicho, más de 80 excursionistas se atrevieron a asumir el “Desafío Fraile” en Molina, instancia en la que ascendieron al cerro del mismo nombre.

La actividad es corresponde a uno de los retos más exigentes entre los que organiza la Corporación Municipal de Turismo, junto a su similar de Deportes. Prueba de ello fue el imponente caudal del río que se presentó como el primer obstáculo para la comitiva que se puso como meta llegar hasta la cima de la montaña.

INTENSO VIAJE

Como si el nombre del cerro hubiese impregnado al sector de un halo místico, la naturaleza que rodea a toda la ruta se caracteriza por ser de difícil acceso, lo que hizo más atractivo el tour para los excursionistas.

Tras recibir la ración de marcha y las instrucciones de los expertos para hacer la expedición de forma segura, los participantes comenzaron el viaje desde El Radal. Poniendo a prueba su ingenio, los guías lograron mediante cuerdas que toda la comitiva atravesara el caudaloso estero El Toro que protege el camino hacia la cúspide de la montaña.

La aventura prosiguió durante horas por senderos rodeados de bosques de robles y otras especies, en un ascenso donde la naturaleza iba mostrando a cada paso su indómita belleza. A lo lejos, se veía la cima del cerro Fraile, llamado así por las formaciones rocosas que allí se encuentran y que asemejan la calva de un sacerdote.

Al llegar a la meta, los senderistas pudieron admirar una de las vistas más hermosas que ofrece la cordillera de Molina, mostrando los poblados y límites con las otras comunas.

EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Maravillados quedaron quienes formaron parte de la extensa caminata, tal como relata Carla Gutiérrez. “A quienes tienen susto, les digo que sí se puede llegar a la cima. Tal vez con dificultades, como el frío y el agua, pero se puede”.

Por su parte, Muriel Arias, afirmó que “lo hemos pasado súper bien, fue muy entretenido. Es primera vez que hago esto y fue una buena experiencia, desafiante, pero reponedora cuando uno llega a la cima. Gracias a la municipalidad y a las corporaciones por estas actividades”.

Tal como lo ha hecho con las demás expediciones, la alcaldesa de Molina, Priscilla Castillo, acompañó a los excursionistas durante todo el trayecto. “Acabamos de cruzar el estero El Toro, fue un día increíble, espectacular y quiero dejar a todos invitados al próximo desafío que tendremos en noviembre”, dijo tras sortear de vuelta las caudalosas aguas de la montaña.

El siguiente reto tendrá lugar en el cerro Chiquillanes, en fecha por confirmar.


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