La Municipalidad de Molina entregó comedor al Hogar de las Hermanas del Buen Samaritano, como un aporte a su sacrificada labor de cuidados a los que más lo necesitan.

Molina, no solo es conocida en todo el país por sus vinos de calidad y por la hermosa reversa de Parque Ingles 7 Tazas; sino que también por la función , que llevan 38 años al servicio de los más desposeídos, las Hermanas del Buen Samaritano.

HERMANAS DEL BUEN SAMARITANO

La Congregación fue fundada en Chile en el año 1978 por la Madre española Irene García de Prado, quien llegó a nuestro país para literalmente “encontrar personas desamparadas a quien cuidar”. En Molina fueron presentadas de manera formal por el obispo Monseñor Carlos González, en diciembre del mismo año.

La misión de las Hermanas es servir al pobre con amor, entregando los cuidados básicos a enfermos terminales, postrados y en general a quien lo necesite.

En la actualidad 24 religiosas conforman la comunidad, las que atienden a 250 enfermos, los que llegan de diferentes puntos del país traídos muchas veces, por sus propios familiares. Además, trabajan en el lugar: auxiliares, paramédicos, kinesiólogos, doctores, cocineros, colaboradores  y muchos más. Esta congregación depende económicamente de la Providencia de los que quieran colaborar.

La labor de las Hermanas del Buen Samaritano, no sólo va por el lado de los enfermos, sino que también del apoyo económico en la educación en cientos de adolescentes, pagando sus matriculas, útiles escolares, implementación deportiva, uniformes, entre otras cosas.

NUEVO COMEDOR

Fue por este motivo que la Municipalidad de Molina quiso entregar un granito de arena a esta gran labor. Y postuló a programa de Mejoramiento Urbano de la Subdere para la construcción de un comedor, de 81 metros cuadrados, con baños y duchas y con una inversión de 50 millones de pesos; que será destinado como lugar de alojamiento para las personas de calle.

“Tenemos un lugar donde puedan a dormir los transeúntes, ya que hoy los tenemos que recibir en pasillos u otros espacios, en cambio ahora tendremos un lugar donde acogerlos, estamos muy agradecidas con el sitio con nos han hecho para ellos, indicó la Madre Patricia, directora subrogante de la Congregación.

Por su parte, el encargado de la Unidad Regional Subdere, señaló estar muy conforme aportando a esta iniciativa “Nosotros estamos súper contentos de ser parte de esta historia, todo Chile las conoce y poder contribuir con un granito de arena en este proyecto que es en común con el Municipio de Molina”, enfatizó.

Ellas se han hecho cargo del dolor de los que más lo necesitan y la Municipalidad de Molina no podía esta indiferente a ello.

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