La iniciativa funcionó mediante recursos del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) durante tres años, pero a partir de ahora, será financiada íntegramente por el municipio y se convertirá en una política permanente en la comuna.
Atención en lengua de señas, un sendero para personas con movilidad reducida en Radal Siete Tazas y la primera Sala de Rehabilitación Infantil de la Región del Maule. Estos son solo algunos de los resultados que dejó la Estrategia de Desarrollo Local Inclusivo (EDLI) en Molina.
Se trata de un proyecto ejecutado por el municipio y financiado por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) durante los últimos tres años, permitiendo mejorar las condiciones de vida de cientos de molinenses.
La ceremonia de cierre de la iniciativa contó con la participación tanto de decenas de usuarios junto a sus familias, instancia en la que la alcaldesa Priscilla Castillo dio a conocer la buena noticia: la instancia se mantendrá íntegramente gracias a recursos municipales y se convertirá en una política pública permanente.
MÁS QUE OBRAS MATERIALES
Junto con ratificar al equipo profesional a cargo, la jefa edilicia recordó que, “como Municipalidad, desarrollamos esta iniciativa trabajando con las personas en situación de discapacidad y salieron muchos temas interesantes, necesidades que ellos tienen y que como comunidad debemos abordar”. Por tal motivo, afirmó que “vamos a seguir trabajando con este programa durante los próximos años, así que se vienen resultados muy necesarios y también ese trabajo de conciencia inclusiva que debemos desarrollar cada uno de nosotros”.
Sin embargo, recalcó que el cambio necesario pasa más allá de obras materiales, puesto que “es importante que la sociedad, en cada detalle, como una vereda, una calle o la forma de atender y relacionarnos; pueda aprender y avanzar mucho más de lo que hoy estamos realizando”.
LOS RESULTADOS
La serie de obras realizadas durante la implementación del programa contemplan el funcionamiento de la Sala de Rehabilitación Infantil de Lontué, la primera de su tipo en toda la Región del Maule.
También, se inauguró un sendero inclusivo al interior del Parque Nacional Radal Siete Tazas, permitiendo que personas con movilidad reducida o con discapacidad visual puedan desplazarse sin inconvenientes.
De igual manera, se efectuaron mejoramientos habitacionales incluso en sectores rurales, para que los usuarios puedan movilizarse sin inconvenientes al interior de sus hogares.
Otro aspecto que destaca es la atención en lengua de señas al interior del Departamento Social, posibilitando así el acceso a información y beneficios por parte de quienes presentan discapacidad auditiva.
También se desarrolló un seminario con empresas locales para fomentar la contratación de personas con algún tipo de discapacidad, resolviendo dudas sobre la ley vigente y compartiendo experiencias en la materia.
Junto a ello, se realizó una campaña de concientización hacia la población, por lo que se exhiben videos educativos en las pantallas de los recintos municipales, enseñando sobre inclusión.
A todo lo anterior se suma la instalación de pasos de rodados y otras obras públicas tendientes a hacer de la comuna un lugar digno y respetuoso con las personas con discapacidad.