Mediante un comunicado, el municipio dio a conocer una serie de  irregularidades en el Servicio de Salud del Maule que mantienen estancado el proyecto cuyos recursos se habían aprobado por el Consejo Regional en 2019.

Promesas incumplidas, ilusiones deshechas y una obra todavía sin ejecutarse. Eso es lo que ocurre en Molina con la bullada construcción del Centro de Salud Familiar (Cesfam) cuya construcción estaba planificada para este año.

Mediante un comunicado, desde el municipio denuncian la grave demora que ha tenido esta iniciativa cuyos recursos fueron aprobados en abril de 2019 y para el que incluso se había elegido a la empresa mediante licitación pública, cuyos trabajos debían haberse iniciado este año.

INTENCIONALIDAD

Son tres los puntos que señala el comunicado del municipio, poniendo de relieve “antecedentes de una presunta intencionalidad” en el evidente retraso del proceso:


1. “Resulta sospechoso que el proceso se retrasó por varios meses porque el Servicio de Salud del Maule “se equivocó” en un documento, haciendo un decreto exento para adjudicar la obra, a pesar que es de conocimiento público que el trámite administrativo para este tipo de gestiones es un decreto con toma de razón a la Contraloría.


2. El Servicio de Salud ahora no tiene la disponibilidad de dinero que tenia planificada para el año 2020 ($1.626 millones de pesos), lo que quedó en evidencia al revisar la ficha del proyecto, la cual ya tiene cambios que dejan en $0 los recursos para el presente año.


3. La empresa constructora ya esta elegida y es incomprensible que no se dé inicio a las obras, no hay fundamentos que justifiquen tanto retraso”.

EX INTENDENTE

Durante abril del año pasado, los recursos para este proyecto fueron aprobados en sesión del Consejo Regional, presidido en ese entonces por el ex Intendente, Pablo Milad.

En esa oportunidad, el actual timonel de la ANFP señaló antes de la votación del martes 16 de abril de 2019 que “después de esto va a Contraloría, toma razón Contraloría, nosotros le ponemos urgencia porque es un proyecto que tenemos que sacar; va a licitación y yo creo que en noviembre ya comenzaríamos acá las obras”.

Estas declaraciones contrastan drásticamente con lo efectuado por el Servicio de Salud, entidad que no emitió un decreto para toma de razón del ente contralor.

CUESTIÓN POLÍTICA

Al respecto, la alcaldesa de Molina, Priscilla Castillo, afirmó que “nos llama poderosamente la atención y de verdad que sentimos que es sospechosa la actitud del Servicio de Salud”, agregando que, para este año, “se habían asignado 1.636 millones de pesos y ahora en la ficha aparece 0 pesos”.

Sobre la posible motivación de estas irregularidades, la jefa edilicia explica que “yo siento que responde a una cuestión política, porque no se entiende que el Servicio de Salud, que es un organismo acostumbrado a hacer adjudicaciones, lo haga mediante un decreto exento. Yo lo que siento es que se hace a propósito porque se vienen las elecciones y no quieren empezar el Cesfam, perjudicando a toda la comunidad de Molina que por muchos años ha esperado para mejorar la infraestructura de salud”.

Por ello, la primera autoridad comunal hace un llamado “a que el Ministro de Salud nos diga día y hora en la que veremos máquinas trabajando”, puesto que “todos los molinenses estamos esperando que se inicien las obras”.