Con la satisfacción del deber cumplido. Así dio la noticia el equipo municipal encabezado por la alcaldesa Priscilla Castillo, sobre el ya terminado edificio del Liceo Bicentenario María del Tránsito de la Cruz de Molina.

Es por ello que se coordinó una visita de los más interesados en poder usar el establecimiento: la comunidad escolar, donde más de 200 alumnos quedaron deslumbrados con las modernas instalaciones.

Es más, el nivel técnico es tan elevado, que se trata del primer Liceo Sello de todo Chile, categoría que alcanza dado su elevado nivel en la construcción y uso eficiente de los recursos.

“Estamos esperando ahora las autorizaciones sanitarias y del Ministerio de Educación para que durante abril o mayo puedan tomar posesión de este nuevo espacio los estudiantes que esperan ansiosos por su liceo”, explicó la jefa comunal.

EMOCIONADOS

“Está genial, porque hace tiempo que no teníamos patio y ahora hasta hay más salas y más recursos para tener una mejor excelencia académica. Lo que más me sorprendió es que tiene segundo piso”, comentó entre risas, Isaac Méndez, estudiante del 2°A.

Similar impresión tuvo su compañero, David Valenzuela, quien no escondió la emoción al ver las máquinas de ejercicio y otras comodidades del edificio, como las luces inteligentes y el aire acondicionado. “Es muy bueno, porque ahora no tendremos que pedir apoyo al gimnasio municipal para ejercitarnos. Además, los casilleros nos transmiten seguridad”, dijo emocionado.

Por su parte, el Director del establecimiento, Dan Contreras, afirmó que “es un tremendo orgullo estar al mando del primer Liceo Sello de Chile. Pertenezco a la primera generación de profesores que comenzó con este proyecto y la historia del proceso es impresionante. Si bien, las vacaciones se hacen siempre cortas, los chicos están ansiosos por usar el recinto y estamos pasando de tener nada, a tener mucho. Seguramente, habrán algunos un poco ahogados por el tremendo espacio, pero no tengo dudas de que lo cuidarán”.

LA HISTORIA

Hasta hace solo un par de años, era común ver un montón de ruinas en Avenida Poniente con Luis Cruz Martínez. Lo que podía haber sido un establecimiento se convirtió en un proyecto dejado a la buena de Dios y sin atisbo de movimiento.

Por tal motivo, desde el municipio se elaboró un proyecto que requirió una inversión superior a los 4.500 millones de pesos, desembolsados por el Ministerio de Educación durante el Gobierno de Michelle Bachelet.

Tras ello, la Constructora Casaa inició los trabajos de lo que muchos veían como un “caso perdido”, pero, a medida que pasaba el tiempo, cada vez más personas eran testigos del rápido avance de la obra, viendo que ésta vez sí había un trabajo serio y responsable.

Muy difundidos a través de redes sociales fueron los videos en donde se construía el amplio gimnasio, las modernas salas de clases y el impresionante diseño de lo que iba convirtiéndose, poco a poco, en la infraestructura más moderna no sólo de la Región del Maule, sino que de todo Chile.

Los resultados están a la vista.

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